Miranda de Ebro tiene una historia que se remonta a la época romana, y su ubicación estratégica a orillas del río Ebro la ha convertido en un importante centro a lo largo de los siglos. Durante la Edad Media, la ciudad jugó un papel crucial en las disputas territoriales entre los reinos de Castilla y Navarra, debido a su posición en una de las principales rutas comerciales y militares.
Un evento significativo en la historia de Miranda fue su papel durante la Guerra Civil Española, ya que albergó un campo de concentración notorio. Hoy en día, existe un monumento que rinde homenaje a este capítulo oscuro de su historia, recordando la resiliencia de la ciudad.
Culturalmente, Miranda de Ebro es una ciudad vibrante, con una serie de festividades y tradiciones que se mantienen vivas. La fiesta de «San Juan del Monte», celebrada en mayo, es la más importante de la ciudad, y ha sido declarada de Interés Turístico Regional. Este evento incluye procesiones, corridas de toros, fuegos artificiales y música tradicional, atrayendo tanto a locales como a visitantes. Las ferias medievales y las festividades religiosas también forman parte del rico calendario cultural de la ciudad.