Oliva cuenta con un patrimonio arquitectónico variado, en el que se mezclan estilos medievales, góticos y renacentistas. Uno de los monumentos más emblemáticos es el Castillo de Santa Ana, una antigua fortaleza que ofrece vistas impresionantes de la ciudad y la costa. Este castillo, de origen árabe, es un símbolo del pasado estratégico de Oliva y es un sitio popular tanto para turistas como para eventos especiales.
Otro edificio destacado es la Iglesia de Santa María la Mayor, un hermoso ejemplo de arquitectura gótica valenciana que ha sido cuidadosamente restaurada a lo largo de los siglos. El casco antiguo de Oliva es una joya en sí mismo, con sus calles estrechas y empedradas, casas encaladas y plazas pintorescas, que invitan a los visitantes a explorar y disfrutar de su atmósfera tranquila.
Entre las atracciones naturales, las playas de Oliva son un gran atractivo. Playas como Pau Pi o Terranova son conocidas por su limpieza y tranquilidad, ideales para quienes buscan relajarse bajo el sol mediterráneo. Además, el Parque Natural de la Marjal de Pego-Oliva es un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza, con rutas de senderismo y observación de aves.