La arquitectura de Pamplona es una mezcla cautivadora de estilos medievales, góticos y renacentistas. Una de las obras maestras arquitectónicas más destacadas de la ciudad es la Catedral de Santa María la Real, un impresionante edificio gótico con una fachada neoclásica. Sus claustros son considerados unos de los mejores de Europa, ofreciendo a los visitantes un vistazo a la rica historia religiosa de la ciudad.
Otra característica clave de la ciudad son sus antiguas murallas, que han permanecido en pie durante siglos y proporcionan una ruta escénica para caminar alrededor del casco antiguo. La Ciudadela de Pamplona, una fortaleza pentagonal del siglo XVI, es un notable ejemplo de la arquitectura militar renacentista y ahora sirve como parque público y espacio cultural. La Plaza del Castillo, una gran plaza pública rodeada de elegantes edificios, es un punto focal de la vida urbana y un lugar perfecto para disfrutar del encanto de Pamplona.
Los turistas no deben perderse la oportunidad de explorar los parques y espacios verdes que salpican la ciudad, como el Parque de la Taconera, conocido por sus hermosos jardines y ciervos en libertad. El Museo de Navarra es otro de los principales atractivos, con tesoros arqueológicos y obras de arte que trazan la evolución histórica de la ciudad. Con tantas atracciones diversas, Pamplona ofrece algo para cada tipo de viajero.