Santa Pola se encuentra en la famosa Costa Blanca, en la provincia de Alicante, al sureste de España. Esta ubicación estratégica en la costa mediterránea sitúa a la ciudad a solo 20 kilómetros al sureste de Alicante, lo que la hace fácilmente accesible para los visitantes. La ciudad está rodeada por las salinas de Elche y el mar Mediterráneo, ofreciendo unas vistas costeras espectaculares y estando cerca de reservas naturales como las Salinas de Santa Pola.
El clima mediterráneo de Santa Pola es uno de sus mayores atractivos, caracterizado por inviernos suaves y veranos calurosos. Con más de 300 días de sol al año, los mejores momentos para visitar la ciudad son entre abril y octubre, cuando las temperaturas oscilan entre los 20°C y 35°C. Incluso en invierno, el clima sigue siendo agradable, con temperaturas alrededor de los 15°C, lo que hace de Santa Pola un destino atractivo durante todo el año para turistas y organizadores de eventos que buscan escapar de climas más fríos.
La costa de Santa Pola se extiende por varios kilómetros, ofreciendo playas de arena, calas rocosas y aguas cristalinas. Para aquellos que deseen explorar los alrededores, Santa Pola está cerca de ciudades más grandes como Alicante y a un corto trayecto en ferry de la Isla de Tabarca, conocida por su fauna marina y sus hermosos lugares para el buceo.