Sestao cuenta con una historia marcada por su pasado industrial, que comenzó a finales del siglo XIX cuando la ciudad se convirtió en un importante centro de la industria naval y siderúrgica. La ciudad creció rápidamente al atraer trabajadores de diversas partes de España, lo que contribuyó a la diversidad cultural que aún hoy caracteriza a Sestao. Este auge industrial dejó una profunda huella en la ciudad, y hoy en día algunos de los antiguos astilleros y fábricas han sido transformados en espacios culturales y de ocio.
Culturalmente, Sestao está profundamente enraizada en las tradiciones vascas. Entre las festividades más destacadas se encuentra la fiesta de San Pedro, celebrada en junio, que honra al patrón de la ciudad con música, danzas tradicionales y deportes vascos como la pelota. El idioma vasco, o euskera, es un elemento central de la identidad cultural de la región, y es común escuchar tanto el euskera como el español en las calles de Sestao.
La ciudad cuenta con varios hitos históricos, como iglesias y edificios que datan de épocas anteriores a la industrialización, además de tradiciones que siguen vivas en la vida cotidiana de sus habitantes.