La economía de Tortosa está impulsada principalmente por tres sectores clave: la agricultura, el turismo y la industria ligera. Las tierras fértiles que rodean el río Ebro son ideales para el cultivo de arroz, cítricos, aceitunas y almendras, lo que convierte a la agricultura en una actividad económica esencial para la región. Los productos locales, como el aceite de oliva y los vinos de la región, son conocidos por su alta calidad y forman parte de la identidad gastronómica de Tortosa.
El turismo también es un motor importante de la economía local, atrayendo a visitantes interesados en la rica historia de la ciudad, sus festivales y la proximidad a espacios naturales protegidos como el Delta del Ebro. El turismo cultural y de naturaleza ha crecido significativamente en los últimos años, con una oferta cada vez más diversificada que incluye desde visitas guiadas por el casco antiguo hasta actividades al aire libre en los parques naturales.
Por último, la ciudad ha desarrollado una pequeña pero creciente industria manufacturera, especialmente en el procesamiento de alimentos y productos locales. La ubicación estratégica de Tortosa, cerca de importantes rutas de transporte, facilita el comercio y la distribución de estos productos tanto dentro de España como en el extranjero.