La historia de Valsequillo de Gran Canaria se remonta a los tiempos de los aborígenes canarios, conocidos como los guanches, que habitaban la isla antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XV. Tras la conquista, la zona se convirtió en un importante centro agrícola debido a su suelo fértil y clima favorable. La agricultura ha sido una parte integral de su desarrollo a lo largo de los siglos, y muchas de sus costumbres están profundamente arraigadas en esta tradición rural.
Culturalmente, Valsequillo es conocido por sus festivales y tradiciones locales, entre las que destaca la Fiesta del Almendro en Flor, celebrada entre enero y febrero. Este festival celebra la floración de los almendros y atrae a visitantes que desean disfrutar de la música folklórica, los bailes tradicionales y la gastronomía típica de la región. Otras festividades importantes incluyen las procesiones religiosas durante la Semana Santa y las celebraciones en honor al santo patrón del pueblo, San Miguel Arcángel.
En cuanto a su patrimonio histórico, la Iglesia de San Miguel, construida en el siglo XVII, es uno de los principales puntos de interés, un testimonio de la rica herencia religiosa y cultural de la zona.