La arquitectura de Villalba es un reflejo de su rica historia, combinando estilos medievales, románicos y gallegos tradicionales. La Torre de Andrade es el monumento más icónico de la ciudad, una imponente torre medieval que ofrece vistas panorámicas de los alrededores y un vistazo al pasado feudal de la ciudad. Otro punto de interés es la Iglesia de Santa María de Villalba, que destaca por su estilo románico y sus hermosos vitrales.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Charca do Alligal es un lugar tranquilo donde los visitantes pueden disfrutar de aguas termales y un entorno sereno. Este parque es popular para picnics y relajación, ofreciendo un contraste perfecto con los sitios históricos de la ciudad. El casco antiguo de Villalba, con sus casas de piedra y plazas pintorescas, es ideal para paseos tranquilos que permiten apreciar la arquitectura tradicional gallega.
Villalba también está rodeada de varias reservas naturales y senderos escénicos que permiten a los visitantes explorar la rica biodiversidad de la región, haciendo de la ciudad un excelente punto de partida para aventuras al aire libre.