La historia de Alboraya está profundamente entrelazada con la historia de la región valenciana, influenciada por la dominación romana, árabe y cristiana. Originalmente un asentamiento agrícola, la ciudad ha evolucionado en un municipio moderno mientras mantiene sus tradiciones rurales. Las tierras fértiles de Alboraya han sido utilizadas durante mucho tiempo para cultivar chufas (tigernuts), el ingrediente clave en la famosa bebida horchata de la región. Los sistemas de riego introducidos durante el período árabe todavía juegan un papel importante en las prácticas agrícolas locales hoy en día.
Culturalmente, Alboraya está profundamente arraigada en las tradiciones valencianas. Una de las celebraciones más importantes es Las Fallas, un famoso festival que se celebra en marzo, donde grandes esculturas artísticas se exhiben por las calles y luego se queman en un espectacular desfile. La ciudad también celebra la festividad valenciana de la Mare de Déu dels Desemparats, que incluye procesiones, música y actuaciones en las calles.
Alboraya es una orgullosa guardiana de las costumbres valencianas, con un fuerte énfasis en su lengua y patrimonio. Los visitantes pueden experimentar estos elementos culturales en los festivales locales, en la arquitectura de los edificios históricos y a través de la interacción con la cálida y acogedora población local.