La historia de Altea es rica y diversa, con influencias que datan de los tiempos ibéricos, romanos y moros. Durante la ocupación musulmana, Altea floreció, y muchas de las calles estrechas y la estructura del casco antiguo reflejan este pasado árabe. En el siglo XIII, tras la reconquista cristiana, Altea se integró en el Reino de Valencia, y desde entonces, se ha mantenido como una ciudad de importancia histórica en la región.
Uno de los aspectos culturales más destacados de Altea es su conexión con el mundo del arte. La ciudad ha sido durante mucho tiempo un refugio para artistas y creativos, atrayendo a pintores, escritores y escultores que encuentran inspiración en su paisaje y su ambiente bohemio. Altea alberga la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández, lo que refuerza su reputación como centro artístico y cultural.
Los festivales y las tradiciones también juegan un papel importante en la vida de Altea. Uno de los más destacados es el festival de Moros y Cristianos, celebrado en septiembre, que conmemora la historia medieval de la ciudad con desfiles, música y fuegos artificiales. Además, la fiesta de San Lorenzo, patrón de la ciudad, es otra celebración importante que reúne a la comunidad para disfrutar de eventos religiosos y culturales.