Antequera es un verdadero tesoro de belleza arquitectónica, con una mezcla de influencias romanas, moriscas y cristianas que se pueden ver por toda la ciudad. Uno de sus monumentos más icónicos es la Alcazaba, una fortaleza morisca del siglo XIV que ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y sus alrededores. También destaca la Real Colegiata de Santa María la Mayor, una iglesia renacentista construida a principios del siglo XVI, cuyo diseño monumental e interior detallado la convierten en una visita obligada para los amantes de la arquitectura.
Otro punto de interés importante son los Dólmenes de Menga, Viera y Tholos de El Romeral, sitios prehistóricos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas antiguas estructuras megalíticas son algunas de las más grandes y mejor conservadas de Europa, ofreciendo a los visitantes un fascinante viaje al pasado.
El estilo barroco también está presente en la ciudad, con iglesias como San Sebastián y Nuestra Señora de los Remedios, que reflejan la grandiosidad y el arte de la época. Para quienes disfrutan de la naturaleza, El Torcal de Antequera, con sus dramáticas formaciones de piedra caliza y senderos, está a pocos minutos en coche y ofrece paisajes impresionantes. Parques, museos y edificios históricos bien conservados hacen de Antequera un destino ideal para quienes buscan tanto relajación como exploración.