Arico el Nuevo cuenta con un rico patrimonio histórico que se remonta a la conquista española de las Islas Canarias a finales del siglo XV. Originalmente una pequeña comunidad agrícola, el pueblo creció a medida que los colonos desarrollaron las tierras fértiles circundantes, cultivando productos como uvas, papas y cereales. La arquitectura bien conservada del pueblo refleja su profunda historia, con muchos de sus edificios que datan del siglo XVIII. Las calles están llenas de casas tradicionales canarias, con balcones de madera y caminos empedrados, lo que otorga al pueblo una sensación de intemporalidad.
Culturalmente, Arico el Nuevo es un orgulloso representante de las tradiciones canarias. El pueblo celebra varios festivales a lo largo del año, siendo el más destacado la Fiesta de San Bartolomé, que honra al santo patrón del pueblo. Durante estos festivales, las calles se llenan de música tradicional, danzas y gastronomía local, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la vibrante cultura canaria. La comunidad local pone gran énfasis en preservar su patrimonio, con numerosos esfuerzos para mantener los monumentos históricos y continuar con las costumbres ancestrales.
Las raíces religiosas y agrícolas del pueblo son evidentes en sus celebraciones culturales y estilo de vida local. Uno de los aspectos más destacados para los visitantes es el mercado de artesanía tradicional, donde los artesanos locales venden productos hechos a mano como cerámica, tejidos y bordados canarios, mostrando el patrimonio artesanal de la región.