La historia de Arucas se remonta a la época prehispánica, cuando la isla estaba habitada por los aborígenes guanches. Tras la conquista de Gran Canaria por los españoles en el siglo XV, Arucas se convirtió en un centro agrícola importante, especialmente por la producción de caña de azúcar y plátanos. Este crecimiento agrícola contribuyó al desarrollo arquitectónico de la ciudad, visible en la construcción de la imponente Iglesia de San Juan Bautista, terminada en 1909.
Culturalmente, Arucas está profundamente arraigada en las tradiciones canarias. Entre las celebraciones más importantes se encuentra la «Fiesta de San Juan» en junio, en honor al santo patrón de la ciudad, que incluye desfiles, conciertos y fuegos artificiales. Otra festividad importante es la «Romería de la Virgen del Rosario,» una peregrinación que une a locales y visitantes en trajes tradicionales, reflejando las raíces agrícolas de la ciudad.
Además, Arucas tiene una rica tradición artesanal, especialmente en alfarería y encaje, que han sido transmitidos de generación en generación. La Fábrica de Ron Arehucas, que data del siglo XIX, es también un icono cultural de la ciudad, famosa por su producción de ron de alta calidad, un producto que los visitantes pueden conocer de cerca en sus visitas guiadas.