Bilbao es famosa por su impresionante diversidad arquitectónica, donde la historia convive con lo contemporáneo. La obra maestra que simboliza la modernización de la ciudad es el Museo Guggenheim, diseñado por Frank Gehry. Este edificio futurista, con su estructura de titanio curvilínea, es una de las atracciones más emblemáticas de la ciudad y ha sido fundamental en su renacimiento cultural.
Sin embargo, la ciudad también conserva su rica herencia arquitectónica. El Casco Viejo, con sus estrechas calles empedradas y su vibrante atmósfera, transporta a los visitantes a otra época. En él se encuentran lugares como la Plaza Nueva, de estilo neoclásico, y la Iglesia de San Antón. Además, Bilbao cuenta con otras joyas modernas, como el puente Zubizuri, diseñado por Santiago Calatrava, y el Palacio Euskalduna, un impresionante centro de congresos y conciertos.
Para quienes disfrutan de la naturaleza, el Parque Doña Casilda ofrece un oasis verde dentro de la ciudad. Además, el Mercado de la Ribera, uno de los mercados cubiertos más grandes de Europa, es una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía y la arquitectura funcionalista.