La economía de Bilbao ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Si bien durante gran parte de su historia reciente la ciudad dependió de la industria pesada, en la actualidad ha diversificado su economía hacia sectores como los servicios, la tecnología y el turismo. El Museo Guggenheim, inaugurado en 1997, impulsó el desarrollo del turismo cultural y sigue siendo un motor económico clave.
El Puerto de Bilbao sigue siendo uno de los más importantes de España, tanto en términos de carga como de comercio marítimo. Además, la ciudad se ha posicionado como un centro de innovación tecnológica, con varias iniciativas para fomentar el desarrollo de startups y empresas tecnológicas. Bilbao también alberga eventos internacionales que atraen a líderes de la industria y del mundo académico.
Entre los productos locales que destacan están el vino txakoli, una bebida típica de la región, y los productos artesanales como el queso Idiazabal, que representan la conexión de Bilbao con la tradición vasca.