El paisaje arquitectónico de Calpe es una mezcla fascinante de historia antigua y modernidad. El monumento más icónico de la ciudad es el Peñón de Ifach, un enorme monolito de piedra caliza que se eleva 332 metros sobre el nivel del mar. Este parque natural es un punto de referencia imperdible para los amantes de la naturaleza y el senderismo, ofreciendo vistas panorámicas del litoral y de las montañas circundantes.
En el centro de la ciudad, el casco antiguo alberga ejemplos notables de arquitectura histórica, como la Iglesia Vieja, una de las pocas construcciones de estilo mudéjar-gótico en la región, y el Forat de la Mar, un antiguo portal en las murallas medievales. Los restos arqueológicos de los Baños de la Reina son otro atractivo importante, mostrando estructuras que datan de la época romana.
Para aquellos que buscan relajarse, las playas de Calpe, como Arenal-Bol y Levante, son de las mejores de la Costa Blanca, conocidas por su arena fina y aguas cristalinas. Además, el puerto deportivo es un punto de interés donde se pueden practicar deportes acuáticos como la vela y el buceo, o simplemente disfrutar de una comida en uno de los restaurantes locales con vistas al mar.