Chiclana de la Frontera tiene una población de alrededor de 85,000 personas, con un aumento significativo durante los meses de verano debido a la llegada de turistas. La ciudad tiene una demografía diversa, con una creciente comunidad internacional de expatriados, especialmente del norte de Europa, que han elegido esta ciudad costera como su hogar. Aunque la mayoría de la población es española, la creciente diversidad enriquece la cultura local, influyendo en los negocios y los eventos.
La población es relativamente joven en comparación con otras partes de España, con muchas familias que viven en la zona, lo que contribuye a una comunidad vibrante y activa. La ciudad también está experimentando un crecimiento constante de población, impulsado en parte por su atractivo como destino turístico y como lugar popular para segundas residencias entre los españoles.