El Puerto de Santa María tiene una rica y diversa historia que se remonta a la antigüedad. Originalmente fundada por los fenicios como un puesto comercial, la ciudad más tarde se convirtió en un importante asentamiento romano conocido como Portus Menesthei. Durante la Edad Media, la ciudad estuvo bajo control musulmán, y su ubicación estratégica la convirtió en un centro vital para el comercio y la navegación. En 1260, la ciudad fue reconquistada por las fuerzas cristianas bajo el reinado de Alfonso X, y se convirtió en una pieza clave de la infraestructura naval del imperio español durante la Era de los Descubrimientos.
Culturalmente, El Puerto de Santa María está profundamente arraigada en las tradiciones andaluzas. La ciudad es famosa por su conexión con la producción de vino de jerez, siendo parte del renombrado «Triángulo del Jerez», junto con Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda. También es conocida por su vibrante escena de flamenco y sus festivales anuales, como el Carnaval y la Feria de Primavera, donde tanto los locales como los visitantes participan en celebraciones llenas de música, danza y trajes tradicionales.
Entre los monumentos históricos destaca el Castillo de San Marcos, una estructura fortificada construida en el siglo XIII sobre una antigua mezquita musulmana. Otros eventos culturales, como las procesiones religiosas durante la Semana Santa, reflejan las profundas raíces católicas que siguen siendo una parte importante de la comunidad local.