Elgóibar fue fundado en 1346 por Alfonso XI de Castilla y tiene una rica historia ligada a la industria del acero. Durante la Edad Media, fue un centro importante de la fabricación de espadas, y con el tiempo se convirtió en un referente de la industria de la máquina-herramienta, un legado que aún perdura en la actualidad. A lo largo de los siglos, la ciudad ha mantenido su importancia como un centro industrial y ha sabido combinar su herencia histórica con la modernización.
Culturalmente, Elgóibar es un fiel reflejo de las tradiciones vascas. Las festividades locales, como el día de San Bartolomé en agosto, son una oportunidad para disfrutar de los deportes tradicionales vascos, como el levantamiento de piedras y el corte de troncos, además de las celebraciones musicales y gastronómicas. El Carnaval también es una festividad destacada, donde las calles se llenan de disfraces, desfiles y alegría.
Las costumbres locales están profundamente arraigadas en la cultura vasca, y el euskera, el idioma local, es parte fundamental de la vida diaria junto con el español. La comunidad es muy unida, y los visitantes son recibidos con calidez y una muestra de la rica herencia cultural de la región. Los eventos tradicionales, junto con los museos y monumentos históricos, hacen de Elgóibar un destino cultural fascinante.