Elda cuenta con una rica variedad arquitectónica que refleja las diferentes culturas que han influido en la ciudad a lo largo de los siglos. El Castillo de Elda es uno de los monumentos más emblemáticos, una fortaleza medieval que se alza sobre la ciudad y ofrece vistas panorámicas del valle del Vinalopó. El castillo es un testimonio del pasado defensivo de la región y es un lugar de visita obligada para los amantes de la historia.
El Museo del Calzado es otra atracción clave que no solo celebra la historia industrial de la ciudad, sino que también es un homenaje al arte y la artesanía de la fabricación de calzado. Este museo es único en su tipo y ofrece una visión detallada de la evolución del calzado a lo largo de los siglos, desde las herramientas antiguas hasta los diseños más modernos.
Entre los parques más destacados, el Parque de la Concordia es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza en el corazón de la ciudad. Además, la Plaza Mayor de Elda es un encantador espacio donde los visitantes pueden disfrutar de cafés al aire libre mientras admiran la arquitectura local, lo que la convierte en un lugar perfecto para descansar durante una visita.