El turismo es uno de los principales motores económicos de Girona, atrayendo a visitantes durante todo el año para explorar su historia, belleza natural y gastronomía. Su proximidad a la Costa Brava y los Pirineos también la convierte en un punto clave para el turismo de aventura, con actividades como el senderismo, el ciclismo y los deportes acuáticos.
Además del turismo, Girona tiene una próspera industria agrícola, especialmente en la producción de aceite de oliva, vino y embutidos. Los productos locales, como el aceite de oliva virgen extra y los vinos de la D.O. Empordà, son conocidos por su alta calidad y a menudo se pueden encontrar en los mercados locales y restaurantes de la ciudad. También hay una pequeña industria manufacturera, especialmente en textiles y cerámica, manteniendo vivas las artesanías catalanas.
En los últimos años, Girona ha fomentado el desarrollo de industrias creativas, particularmente en los campos del diseño, los medios de comunicación y la tecnología. Esto ha atraído a emprendedores y ha impulsado el crecimiento económico en sectores innovadores.