El turismo es uno de los principales motores económicos de Granadilla de Abona, impulsado por su proximidad a las playas, su historia y su clima templado. Además del turismo, la agricultura sigue siendo una actividad económica clave, con cultivos como plátanos, tomates y uvas que se exportan a nivel nacional e internacional. La producción de vino en la región de Abona ha ganado reconocimiento por sus vinos de uva Malvasía, lo que atrae a los amantes del vino a sus viñedos locales.
Otra industria emergente en la región es la energía renovable, especialmente la energía eólica, aprovechando los fuertes vientos de la zona de El Médano. El desarrollo del Puerto Industrial de Granadilla también ha sido un impulso económico significativo, creando empleos y mejorando la infraestructura local para el comercio.
Los productos locales incluyen artesanías tradicionales canarias, como la cerámica y textiles, que se pueden encontrar en los mercados locales y ferias de artesanía. La economía de la ciudad sigue diversificándose, con un enfoque en la sostenibilidad y el turismo de calidad.