Griñón es un pequeño municipio con una población de alrededor de 10.000 habitantes. La mayoría de los residentes son españoles, aunque en los últimos años ha habido un ligero aumento de población extranjera, lo que ha aportado cierta diversidad cultural al municipio. La comunidad local es conocida por su espíritu acogedor y por mantener vivas las tradiciones, lo que crea un ambiente cálido y familiar para los visitantes.
El perfil demográfico de Griñón está compuesto en su mayoría por familias, trabajadores que se desplazan a Madrid y personas mayores que disfrutan de la tranquilidad del lugar. Esta mezcla de generaciones contribuye a la vitalidad y cohesión de la comunidad, lo que se refleja en las festividades y actividades culturales que se celebran a lo largo del año.