La arquitectura de Irún es una mezcla de estilos tradicionales vascos y desarrollos urbanos modernos. El núcleo histórico de la ciudad presenta calles estrechas y encantadoras, bordeadas de antiguos edificios de piedra que exhiben la arquitectura típica vasca, con sus balcones de madera y los característicos colores rojo, verde y blanco. Un lugar que no se puede perder es la Iglesia de Santa María del Juncal, un hermoso ejemplo del barroco vasco del siglo XVI, con un interior intrincadamente diseñado.
Una de las principales atracciones de la ciudad es la cercana Hondarribia, con su fortaleza medieval bien conservada, su casco antiguo pintoresco y su encanto costero. Los visitantes de Irún a menudo se aventuran a explorar las rutas escénicas a lo largo del río Bidasoa o a hacer senderismo por el Parque Natural de Aiako Harria, situado justo a las afueras de la ciudad. Para los aficionados a la historia, el Museo Romano Oiasso ofrece una visión del pasado romano de la región.
Los amantes de la naturaleza apreciarán la vasta red de parques y espacios verdes en Irún y sus alrededores, como el Parque Ecológico Plaiaundi, una reserva de humedales ideal para la observación de aves y paseos tranquilos. Ya sea que te interese la historia, la naturaleza o la vida urbana moderna, Irún ofrece una gran variedad de atracciones para cualquier visitante.