El paisaje urbano de Jerez de la Frontera es un reflejo de su variada historia, con una mezcla de arquitectura islámica, medieval, renacentista y barroca. Uno de los monumentos más destacados es el Alcázar de Jerez, una fortaleza musulmana del siglo XII que ofrece vistas espectaculares y un interesante recorrido por la historia islámica en la península. Cerca de allí se encuentra la Catedral de Jerez, una imponente mezcla de estilos gótico, barroco y neoclásico, construida sobre una antigua mezquita.
Las bodegas de Jerez son otra atracción imprescindible. Muchas de ellas, como González Byass (productora del famoso Tío Pepe), ofrecen visitas guiadas y degustaciones de los vinos locales. Además, la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre es un referente en la formación y exhibición de la equitación clásica, con espectáculos semanales que no dejan de maravillar a los espectadores.
Entre los espacios al aire libre, destacan la Alameda Vieja, un parque histórico junto al Alcázar, y la Plaza del Arenal, el corazón social de la ciudad, donde se celebran muchos de los eventos públicos más importantes. Los museos, como el Museo del Arte Flamenco y el Museo Arqueológico, son paradas obligadas para quienes desean profundizar en la cultura y el patrimonio de la región.