Llagostera tiene una historia rica que se remonta a la época romana, aunque fue durante la Edad Media cuando la ciudad alcanzó su mayor relevancia. Gracias a su ubicación estratégica entre las montañas y el mar, se convirtió en un importante centro de comercio y agricultura. El legado medieval de Llagostera aún se puede ver hoy en su casco histórico bien conservado, que incluye murallas antiguas, torres de vigilancia y calles estrechas que cuentan la historia de siglos pasados.
En cuanto a la cultura, Llagostera es un bastión de la tradición catalana, y las festividades locales juegan un papel central en la vida comunitaria. El evento más destacado es la Festa Major, que se celebra a finales del verano y llena las calles de música, bailes tradicionales y desfiles. Otro evento importante es la Fira del Bolet, una feria dedicada a las setas, un ingrediente esencial en la cocina catalana, que tiene lugar en otoño y atrae a muchos visitantes.
Los visitantes también pueden descubrir la herencia agrícola del pueblo, con mercados locales que se celebran regularmente y que ofrecen productos frescos, artesanías y alimentos de producción local. Las tradiciones catalanas están profundamente arraigadas en la vida diaria de los habitantes de Llagostera, lo que proporciona una experiencia auténtica para aquellos que deseen sumergirse en la cultura regional.