La historia de Ubrique se remonta a la antigüedad, con vestigios arqueológicos que indican la presencia de asentamientos romanos en la zona. Bajo el dominio romano, la localidad prosperó y aún hoy se pueden encontrar restos de calzadas y fortificaciones romanas en los alrededores. Durante la época morisca, Ubrique adquirió mayor relevancia debido a su posición estratégica en las montañas, lo que le proporcionaba una defensa natural. El nombre de la localidad proviene del árabe, lo que refleja la influencia morisca que marcó gran parte de la cultura y arquitectura andaluza.
Uno de los aspectos culturales más destacados de Ubrique es su larga tradición en la artesanía del cuero. Desde el siglo XVII, la ciudad ha sido conocida por producir artículos de cuero de alta calidad. Hoy en día, Ubrique alberga numerosos talleres donde artesanos crean productos de lujo que se comercializan en todo el mundo. El Museo de la Piel de Ubrique celebra esta herencia, convirtiéndose en una de las principales atracciones culturales para quienes desean aprender sobre la artesanía tradicional.
Ubrique también es famosa por sus festividades, siendo «La Crujía de Gamones», que se celebra en mayo, una de las más emblemáticas. Esta festividad única consiste en encender hogueras y hacer explotar los tallos de la planta silvestre conocida como «gamón», en un evento festivo y comunitario. Además, las procesiones de Semana Santa son especialmente significativas, mostrando la devoción religiosa a través de desfiles elaborados y música tradicional.