La historia de Baena se extiende por más de dos mil años, con influencias significativas de los periodos romano, musulmán y cristiano. En sus orígenes, fue un asentamiento romano y, posteriormente, durante la época musulmana, se convirtió en una fortaleza estratégica en la región. Esta mezcla de culturas es evidente en las calles empedradas de la ciudad y en los edificios históricos que salpican su paisaje. Tras la Reconquista cristiana en el siglo XIII, Baena mantuvo su carácter musulmán mientras adoptaba tradiciones cristianas.
Culturalmente, Baena es conocida por su profunda relación con la producción de aceite de oliva, considerado uno de los mejores de España. Cada año, la ciudad celebra esta herencia agrícola con festivales dedicados a la cosecha de las aceitunas. Sin embargo, uno de los eventos más importantes es la Semana Santa, cuando las calles de Baena se llenan de procesiones religiosas que atraen a miles de personas. Los tambores de la Semana Santa, conocidos como coliblancos y colinegros, son una tradición local que simboliza la lucha entre facciones religiosas y que no se encuentra en ningún otro lugar.
Entre los monumentos históricos de Baena, destacan el Castillo de Baena y la Iglesia de Santa María la Mayor, que son testimonio de su rica historia y son puntos de interés tanto para locales como para visitantes.