La economía de Montilla se basa principalmente en la agricultura, con la producción de vino como la industria más destacada. La ciudad es el centro de la denominación de origen Montilla-Moriles, y sus vinos, especialmente el famoso Pedro Ximénez, son apreciados a nivel mundial. Varias bodegas centenarias en la región ofrecen visitas guiadas y degustaciones, lo que atrae a enoturistas de todas partes.
Además del vino, la producción de aceite de oliva de alta calidad es otro motor económico clave. El aceite de oliva virgen extra de Montilla es muy valorado, y su producción sigue métodos tradicionales que garantizan un producto de excelencia. La artesanía local, como la cerámica y los textiles hechos a mano, también tiene un lugar importante en la economía local, preservando oficios tradicionales que han pasado de generación en generación.
El turismo, especialmente relacionado con la gastronomía y el enoturismo, ha ido ganando terreno en los últimos años, lo que ha llevado al crecimiento de la ciudad como un destino turístico de calidad.