La historia de Pozoblanco se remonta a la Edad Media, aunque sus raíces están influenciadas por las civilizaciones que han pasado por la región, como los romanos, los visigodos y los musulmanes. Durante la Reconquista, la ciudad cobró importancia como centro agrícola y económico, manteniendo su relevancia a lo largo de los siglos. Su nombre, que literalmente significa «pozo blanco», se cree que proviene de la época medieval, cuando un pozo de aguas claras dio origen al asentamiento.
Culturalmente, Pozoblanco es famoso por sus festividades y tradiciones profundamente arraigadas. Entre los eventos más destacados está la «Feria de Nuestra Señora de las Mercedes», una festividad que se celebra en septiembre y que incluye corridas de toros, desfiles y una vibrante vida nocturna. La Semana Santa también es un evento religioso de gran relevancia en la ciudad, donde las procesiones y ceremonias religiosas reflejan la devoción de los habitantes.
Las tradiciones agrícolas están muy presentes en la vida cultural de Pozoblanco. La cría de cerdos ibéricos, que da lugar a su famoso jamón, es una parte esencial de la identidad local. Los visitantes pueden experimentar estas tradiciones en los mercados locales, donde los productos derivados del cerdo y otros alimentos artesanales ocupan un lugar destacado.