La historia de La Mujer está profundamente marcada por las influencias romana, árabe y cristiana. Originalmente un asentamiento romano, la ciudad adquirió importancia bajo el dominio árabe, convirtiéndose en una fortaleza clave durante el periodo islámico de Al-Ándalus. El nombre de La Mujer proviene de una leyenda local que relata cómo una heroína defendió la ciudad durante un asedio, lo que ha dejado una marca indeleble en la identidad cultural del lugar. Tras la Reconquista en el siglo XV, la ciudad pasó al control cristiano, aunque muchos de los elementos moriscos permanecen visibles en su arquitectura y tradiciones.
Culturalmente, La Mujer es un bastión de las tradiciones andaluzas, con una vida festiva vibrante que incluye la Semana Santa y la Feria de La Mujer, una celebración única que conmemora la leyenda de la heroína local. Los festivales están llenos de música, bailes tradicionales y procesiones, ofreciendo una ventana a la rica herencia de la región. Además, el flamenco, una de las expresiones artísticas más emblemáticas de Andalucía, tiene una presencia fuerte en la vida cultural de la ciudad.
Entre las costumbres locales, destaca la hospitalidad de sus habitantes, que están siempre dispuestos a compartir su cultura y tradiciones con los visitantes. Los hitos históricos y culturales son parte integral del recorrido por La Mujer, haciendo que cada esquina y cada callejoncito cuente una parte de su historia.