La gastronomía de Málaga está profundamente arraigada en su ubicación mediterránea, con los mariscos ocupando un lugar destacado en muchos platos. Los visitantes pueden disfrutar de pescados frescos como boquerones, sardinas y calamares, a menudo servidos a la parrilla o fritos en los chiringuitos que bordean la costa. Málaga es famosa por su espeto de sardinas, sardinas ensartadas en cañas y asadas sobre brasas, una experiencia gastronómica imprescindible.
La cultura de las tapas es vibrante en Málaga, con bares y restaurantes que ofrecen una amplia variedad de platos pequeños, incluyendo clásicos como las patatas bravas, las albóndigas y el jamón ibérico. Málaga también es conocida por sus vinos dulces, especialmente el vino de postre elaborado con la uva Pedro Ximénez, que combina a la perfección con dulces tradicionales como el bizcocho de almendra.
Para aquellos que buscan una experiencia culinaria más moderna, Málaga cuenta con varios restaurantes galardonados con estrellas Michelin y bares de tapas contemporáneos, que ofrecen interpretaciones innovadoras de la cocina andaluza. Los mercados locales, como el Mercado de Atarazanas, brindan una experiencia auténtica, donde los visitantes pueden probar y comprar productos frescos locales y especialidades gastronómicas.