La economía de Manilva está impulsada principalmente por el turismo, la agricultura y las artesanías locales. La proximidad de la ciudad al Mediterráneo la convierte en un destino turístico popular, con numerosos hoteles, resorts y casas de vacaciones que contribuyen a la economía local. El turismo está respaldado por las hermosas playas de Manilva, sus campos de golf y los festivales culturales que atraen a visitantes de toda Europa, especialmente durante los meses de verano.
La agricultura sigue siendo una parte vital de la economía de Manilva, siendo los viñedos el cultivo más importante. Las uvas moscatel locales son famosas por su sabor dulce, y la ciudad produce algunos de los mejores vinos de postre de la región. La tradición vitivinícola de Manilva se remonta a la época romana, y hoy en día los visitantes pueden disfrutar de tours del vino y degustaciones en los viñedos locales.
Además del vino, las artesanías locales y los productos artesanales también contribuyen a la economía. Las artesanías tradicionales como la alfarería, el trabajo en cuero y la producción textil todavía se practican, y muchas pequeñas tiendas ofrecen productos hechos a mano que reflejan la herencia andaluza de la ciudad.