Actualmente, Manilva está experimentando un crecimiento tanto en turismo como en desarrollo de infraestructuras. La ciudad ha invertido en la mejora de sus áreas frente a la playa, haciéndolas más accesibles y atractivas para los visitantes. También hay esfuerzos en curso para promover el turismo sostenible, con nuevas iniciativas ecológicas destinadas a preservar la belleza natural de la región.
Las iniciativas culturales también están ganando impulso, con planes para restaurar y destacar más de los monumentos históricos de la ciudad, como los Baños Romanos y el Castillo de la Duquesa. Estos esfuerzos tienen como objetivo atraer más turismo cultural y proporcionar una experiencia más rica para los visitantes interesados en la historia y el patrimonio.
El desarrollo urbano también ha sido un enfoque, con nuevos proyectos residenciales dirigidos tanto a locales como a expatriados. La creciente popularidad de la ciudad como destino de segundas residencias ha llevado a la construcción de nuevas villas y complejos de apartamentos, particularmente en las áreas cercanas a la costa y el puerto.