El patrimonio arquitectónico de Alcalá de Guadaira es un testimonio de su historia milenaria. La fortaleza árabe o Alcazaba es el monumento más emblemático de la ciudad, ofreciendo vistas impresionantes del entorno y un ambiente único para eventos al aire libre. Este castillo, junto con las torres de vigilancia y murallas que lo rodean, es una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura.
Entre sus iglesias, destaca la iglesia de Santiago, de estilo gótico-mudéjar, que muestra la perfecta combinación de influencias cristianas y musulmanas en la arquitectura andaluza. Además, los molinos a lo largo del río Guadaira ofrecen una visión fascinante del pasado industrial de la ciudad y son una parte integral de su identidad cultural.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Oromana es un refugio verde que permite disfrutar de paseos tranquilos a lo largo del río y los bosques de pinos. Este parque es ideal para actividades al aire libre, desde picnics hasta senderismo, y es uno de los pulmones verdes de la ciudad.