La economía de La Rinconada ha estado históricamente vinculada a la agricultura, gracias a la fertilidad de sus tierras. El cultivo de cítricos, especialmente naranjas, y el aceite de oliva son pilares fundamentales de la economía local. Estos productos agrícolas no solo son consumidos en la región, sino que también se exportan a otros mercados, contribuyendo al desarrollo económico del municipio.
En los últimos años, La Rinconada ha diversificado su economía, con el crecimiento de sectores como la logística y la manufactura. Su ubicación cerca de Sevilla y su acceso a importantes vías de transporte han favorecido el establecimiento de centros logísticos y fábricas, lo que ha impulsado el empleo y el desarrollo económico local.
El turismo también está en auge, con cada vez más visitantes interesados en la rica oferta cultural y gastronómica del municipio, lo que ha llevado a un incremento en la infraestructura turística y en la promoción de eventos y festivales locales.