La economía de Lebrija está impulsada principalmente por la agricultura, con viñedos, olivares y campos de trigo dominando el paisaje. La región es conocida por la producción de vino de alta calidad, en particular el jerez, y aceite de oliva, ambos productos exportados a diversas partes del mundo. La industria vitivinícola desempeña un papel crucial en la economía local, con muchas bodegas familiares que ofrecen visitas y catas, lo que la convierte en un destino atractivo para el turismo enológico.
Además de la agricultura, Lebrija se está convirtiendo en un centro para proyectos de energías renovables, especialmente granjas solares, que se desarrollan en la zona debido a la abundante luz solar. La economía de la ciudad también se beneficia de su proximidad a ciudades más grandes como Sevilla y Cádiz, lo que facilita oportunidades comerciales y de negocios más allá de sus fronteras inmediatas.
Las pequeñas empresas, incluidas las artesanías locales como la cerámica y los productos de cuero, prosperan en la ciudad. Estas artesanías tradicionales constituyen una parte importante del atractivo turístico de Lebrija, contribuyendo a su economía cultural.