La economía de Monzón ha estado tradicionalmente centrada en la agricultura, con tierras fértiles que favorecen el cultivo de cereales, frutas y olivos. A día de hoy, la agricultura sigue siendo un motor económico importante, pero la ciudad también ha diversificado sus actividades hacia la industria manufacturera y los servicios. Su ubicación estratégica en importantes rutas de transporte ha convertido a Monzón en un centro regional para el comercio y la industria, especialmente en sectores como la construcción y la metalurgia.
Una característica única de la economía de Monzón es su enfoque en la energía renovable. La región ha invertido en la producción de energía eólica y solar, contribuyendo al creciente sector de energías verdes en España. Esto podría resultar atractivo para empresas y organizadores de eventos que busquen alinearse con prácticas sostenibles.
Además, Monzón es conocida por sus productos agrícolas de alta calidad, como vinos de bodegas cercanas y otros productos tradicionales aragoneses que juegan un papel importante en su mercado local.