La economía de Sabiñánigo ha sido históricamente impulsada por la industria, en particular por los sectores químico y metalúrgico. Sin embargo, en las últimas décadas, el turismo ha ganado protagonismo, especialmente gracias a su proximidad a los Pirineos, que atrae a turistas interesados en el esquí, el senderismo y otras actividades al aire libre.
La agricultura también desempeña un papel importante en la economía local, con productos como frutas, verduras y productos lácteos que abastecen tanto a la población local como a los visitantes. Además, la ciudad cuenta con un creciente sector de la hostelería, con una variedad de hoteles y restaurantes que atienden a los turistas y a los participantes en eventos.
Los productos artesanales locales, como la cerámica y los productos alimenticios, son otra parte integral de la economía. Sabiñánigo se está posicionando como un centro turístico en crecimiento, equilibrando su herencia industrial con el atractivo del turismo y los eventos culturales.