La historia de Calatayud es rica y variada, habiendo sido un cruce de caminos para diversas civilizaciones a lo largo de los siglos. Fundada por los romanos en el siglo II a.C., la ciudad era conocida como Augusta Bilbilis, y algunas de sus ruinas aún pueden verse hoy en día, como el teatro romano y las antiguas termas. Durante el siglo VIII, la ciudad fue conquistada por los musulmanes, quienes la renombraron como Calat Ayyub, en referencia al castillo que construyeron en la colina que domina la ciudad. Este periodo dejó una fuerte influencia árabe, visible en muchos de sus monumentos.
En el siglo XII, la ciudad fue reconquistada por los cristianos, convirtiéndose en un importante bastión entre los territorios musulmanes y cristianos. La arquitectura mudéjar que predomina en muchos de sus edificios religiosos es un reflejo de esta mezcla cultural. Uno de los mayores orgullos de Calatayud es su herencia cultural, con festividades tradicionales como las Fiestas de San Roque en agosto, donde se celebran desfiles, música y danza aragonesa, y corridas de toros, atrayendo tanto a locales como a turistas.