La economía de Palma está impulsada predominantemente por el turismo, que atrae a millones de visitantes cada año. El clima cálido de la ciudad, sus hermosas playas y su rica herencia cultural la convierten en un destino clave tanto para el turismo de ocio como de negocios. El sector de la hostelería prospera aquí, con numerosos hoteles, restaurantes y resorts de lujo que atienden a visitantes internacionales.
Además del turismo, Palma tiene un creciente mercado inmobiliario, especialmente en propiedades de lujo. El puerto de la ciudad desempeña un papel clave en la economía local, apoyando el comercio y el yachting, así como siendo un importante puerto de cruceros. La agricultura también es importante, especialmente la producción de aceite de oliva, vino y almendras, que son productos locales populares para la exportación.
Palma es conocida por sus artesanías únicas, como los textiles mallorquines tradicionales y la cerámica, que son muy apreciados por los turistas que buscan recuerdos auténticos.