La arquitectura de Pollensa es una encantadora mezcla de estilos góticos, barrocos y tradicionales mallorquines. Uno de los puntos más emblemáticos es la Capilla del Calvario, construida en el siglo XVIII y situada en lo alto de una colina a la que se accede subiendo 365 escalones, que simbolizan cada día del año. La subida ofrece espectaculares vistas de la ciudad y el paisaje circundante.
Otro sitio destacado es el Convento de Santo Domingo, cuya serena belleza y claustros históricos lo convierten en un lugar perfecto tanto para la reflexión como para eventos culturales, incluyendo el famoso festival de música. Además, el Pont Romà, un puente romano bien conservado, es un vestigio de la época en que Pollensa formaba parte del imperio romano y es uno de los principales atractivos históricos del pueblo.
Entre las atracciones naturales, Pollensa cuenta con la cercanía de la península de Formentor, conocida por sus acantilados escarpados y calas aisladas. Para los amantes del senderismo, la proximidad a la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece numerosas rutas por paisajes espectaculares.