La arquitectura de Inca es una mezcla de estilo tradicional mallorquín y desarrollos modernos. El centro histórico de la ciudad está lleno de calles estrechas y plazas encantadoras, muchas de las cuales están bordeadas por edificios construidos con piedra local. Uno de los monumentos más significativos de la ciudad es la Iglesia de Santa María la Mayor, una imponente estructura del siglo XVIII que domina la plaza principal de la ciudad. Su fachada barroca y su interior ornamentado son ejemplos clave de la arquitectura religiosa que caracteriza a muchas de las localidades de Mallorca.
Otro sitio notable es el Convento de San Bartolomé, que data del siglo XIV y ofrece un tranquilo refugio con sus serenos claustros y hermosos jardines. Inca también alberga varias fábricas y almacenes antiguos, que han sido reconvertidos en espacios artísticos o centros culturales, lo que refleja la herencia industrial de la ciudad, especialmente en las industrias del cuero y el textil.
Para los turistas, una de las principales atracciones es el mercado semanal, que no solo es una experiencia de compra, sino un evento cultural en sí mismo. Las calles estrechas se llenan de puestos que ofrecen desde productos frescos hasta artesanías hechas a mano. Cerca de allí, la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece oportunidades para practicar senderismo y explorar algunos de los paisajes más impresionantes de Mallorca.