La economía de Inca ha estado históricamente impulsada por su industria del cuero y el calzado, que sigue siendo una parte importante de la economía local en la actualidad. Varias marcas reconocidas, como Camper, tienen su origen en Inca, y la ciudad sigue siendo el hogar de numerosos talleres y tiendas de cuero donde los visitantes pueden adquirir productos de alta calidad. La Fira del Dijous Bo, que se celebra cada noviembre, celebra esta tradición con un mercado expansivo que destaca las industrias artesanales y agrícolas de la ciudad.
Además del cuero, Inca se beneficia de un sector turístico en crecimiento, con visitantes atraídos por su auténtico encanto mallorquín, su proximidad a la Serra de Tramuntana y su vibrante mercado semanal. La agricultura también sigue siendo una parte importante de la economía local, con las fértiles llanuras que rodean Inca produciendo olivos, vino y otros cultivos típicos del Mediterráneo.
En los últimos años, la ciudad también ha comenzado a diversificar su economía con inversiones en energía renovable y turismo sostenible, lo que la convierte en un lugar atractivo para empresas y visitantes concienciados con el medio ambiente.