Lluchmayor está impregnado de historia, que se remonta a la época romana cuando se estableció como un asentamiento, aunque gran parte de su paisaje cultural actual fue moldeado por influencias posteriores, incluidos los moros y la Reconquista cristiana en el siglo XIII. Uno de los eventos históricos más notables de la ciudad es la Batalla de Lluchmayor en 1349, donde el rey Jaime III de Mallorca fue derrotado, marcando el fin de la independencia del Reino de Mallorca. Este evento se conmemora con monumentos y relatos locales que siguen siendo una parte importante de la identidad de la ciudad.
Culturalmente, Lluchmayor es rica en tradiciones que reflejan su herencia mallorquina. Los festivales, como la anual «Fira de Lluchmajor», celebrada en octubre, atraen tanto a locales como a visitantes, celebrando desde productos agrícolas hasta artesanías y danzas tradicionales. La ciudad también es conocida por sus celebraciones religiosas, como la festividad de «Sant Miquel», el santo patrón de la ciudad, y las vibrantes procesiones de Semana Santa, que destacan las profundas raíces católicas de la región. Los visitantes también apreciarán los mercados locales, donde se pueden encontrar productos artesanales, alimentos frescos y una muestra auténtica de la vida mallorquina.