Sóller se destaca por su variada arquitectura, una mezcla de estilos morisco, gótico y modernista. El edificio más emblemático de la ciudad es la Iglesia de Sant Bartomeu, que domina la plaza central. Esta iglesia combina elementos góticos con una fachada modernista diseñada por Joan Rubió, discípulo de Antoni Gaudí, lo que la convierte en un punto de referencia arquitectónico imperdible.
Otra atracción destacada es el tren histórico que conecta Sóller con Palma. Este tren de madera, en funcionamiento desde 1912, serpentea a través de las montañas y ofrece vistas espectaculares del paisaje mallorquín. Para los amantes de la naturaleza, el Jardí Botànic es un lugar ideal para relajarse entre una impresionante colección de plantas mediterráneas.
El puerto de Sóller, a solo unos kilómetros de la ciudad, es otro punto de interés clave, con playas tranquilas, restaurantes a orillas del mar y una vibrante atmósfera. Desde aquí, se pueden organizar excursiones en barco o simplemente disfrutar de la belleza natural del Mediterráneo.