La arquitectura de Mahón es una mezcla de encanto mediterráneo y elegancia georgiana, un legado de su tiempo bajo el dominio británico. El centro histórico de la ciudad se caracteriza por calles estrechas y sinuosas bordeadas de edificios encalados, mientras que el paseo marítimo está dominado por elegantes casas de los siglos XVIII y XIX y fortificaciones. Uno de los edificios más icónicos de la ciudad es la Fortalesa de la Mola, una fortaleza masiva construida en el siglo XIX para defender el estratégico puerto. La fortaleza ofrece vistas espectaculares del mar y es un lugar popular para los entusiastas de la historia y los fotógrafos.
Otro de los atractivos imperdibles es el puerto de Mahón, que se extiende por más de cinco kilómetros y es uno de los puertos naturales más grandes del mundo. El puerto alberga yates de lujo, barcos de pesca locales y servicios de ferry a otras islas Baleares. Los visitantes pueden disfrutar de relajantes paseos en barco o cenar en uno de los muchos restaurantes junto al mar. Para los interesados en la cultura y la historia, el Museo de Menorca ofrece una visión de la historia de la isla, desde tiempos prehistóricos hasta la actualidad.
Otros lugares de interés incluyen la iglesia de Santa María del siglo XIII, con su impresionante órgano, y el cercano pueblo de pescadores de Binibeca, conocido por sus pintorescas casas encaladas y calles laberínticas. Los amantes de la naturaleza disfrutarán del cercano Parque Natural de S’Albufera des Grau, una zona protegida famosa por sus humedales y su diversa vida aviar.