La gastronomía de Mahón es un reflejo delicioso de su entorno mediterráneo y su rica historia. Uno de los productos locales más famosos es el queso de Mahón, un queso de leche de vaca curado y envejecido que desarrolla un sabor único. Este queso a menudo se sirve con pan local, aceite de oliva y una selección de embutidos. Otro plato icónico es la caldereta de langosta, un guiso tradicional de langosta que se considera uno de los mejores platos de mariscos de las Baleares.
El marisco, en general, es un punto destacado de la dieta local, con platos como gambas a la parrilla, pulpo y pescado fresco en muchos restaurantes. Los mercados locales, como el Mercat de Peix (Mercado de Pescado), ofrecen a los visitantes la oportunidad de probar mariscos frescos y disfrutar de la animada atmósfera.
Para los amantes de lo dulce, los pasteles y postres de Menorca son imprescindibles, siendo las ensaimadas (pasteles en forma de espiral) un manjar popular. Mahón también es conocida por su ginebra, que fue introducida durante la ocupación británica y que todavía se produce localmente. Los visitantes pueden recorrer destilerías locales y probar la ginebra, que a menudo se sirve con limón y agua tónica, un guiño a la influencia británica en la ciudad.