La historia de Ermua se remonta al periodo medieval, cuando se estableció como un pequeño asentamiento dentro del País Vasco. Con el paso de los siglos, ha evolucionado de ser una aldea rural a convertirse en una ciudad moderna y próspera, conservando al mismo tiempo su identidad cultural. Las raíces vascas de la ciudad se reflejan en su arquitectura, lengua y costumbres. Ermua tuvo un papel relevante en los conflictos históricos entre la Corona española y los territorios vascos, y aún conserva elementos de su pasado a través de edificios preservados y monumentos históricos.
La vida cultural de Ermua está marcada por varios festivales locales, siendo el más importante la Fiesta de San Pelayo, el patrón de la ciudad. Celebrada en junio, esta festividad incluye procesiones, deportes tradicionales vascos, música y baile, creando un vibrante ambiente comunitario. Además, el deporte de pelota vasca tiene un lugar destacado en la cultura local, con partidos que se celebran durante las festividades.
Las costumbres locales están profundamente arraigadas en las tradiciones del País Vasco, y el euskera, el idioma vasco, se habla junto con el español. Los visitantes encontrarán un fuerte sentido de comunidad, una cálida bienvenida y un orgullo persistente por el patrimonio de la ciudad. Entre los hitos históricos destaca la Iglesia de Santiago, un ejemplo del legado arquitectónico de Ermua que sigue siendo un símbolo de su rica historia cultural.