Beasain combina a la perfección la arquitectura tradicional vasca con estructuras modernas. El casco histórico de la ciudad cuenta con edificios con características clásicas vascas, como balcones de madera y fachadas de piedra. Un ejemplo notable es el Palacio de Igartza, una mansión medieval bien conservada rodeada de jardines pintorescos y un complejo que incluye un molino y una fragua. Este sitio histórico es una visita obligada para quienes desean conocer la arquitectura y el patrimonio industrial de la región.
Además del Palacio de Igartza, Beasain ofrece una variedad de otras atracciones. Los amantes de la naturaleza disfrutarán de la cercanía al Parque Natural de Aizkorri-Aratz, donde pueden hacer senderismo o explorar cuevas y sitios históricos. Para aquellos que prefieren actividades más relajadas, los parques y espacios verdes de la ciudad, como el parque Arbide, ofrecen entornos tranquilos para descansar.
La ubicación estratégica de Beasain dentro del País Vasco también facilita visitas a sitios destacados, como el Museo Guggenheim en Bilbao o el casco antiguo de San Sebastián, ambos fácilmente accesibles en coche o transporte público.